-¿Qué pasa?
Entonces te doy un beso, pero diferente a los demás. Y sin saber muy bien por qué, una lágrima empieza a caer por mi mejilla... Tú te vuelves a preocupar, y preguntas otra vez que me pasa. Y después de unos pocos segundos en silencio, me armo de valor y te digo: -No quiero separarme de ti, no quiero dejar de besar tus labios, y mucho menos dejarte de mirar. Cuando no estamos juntos, todo se me viene abajo... Y ahora tú te marchas, otra vez, y creo que no seré lo suficientemente fuerte como para soportarlo…
Me gusta :)
ResponderEliminar